Esta joyera palmesana crea exquisitas piezas de plata, dando vida a un mundo de texturas donde el gris —como el de la plata que trabaja— es su color predilecto.
“Lo que más me gusta de la plata es su ductilidad, su maleabilidad. Me fascina su color gris y los tonos que se logran con pátinas más oscuras”, confiesa.
Su mundo gira en torno a esos hilos de metal que, con maestría, retuerce, estira, pule, suelda, cala, embute y matiza, transformándolos en verdaderas joyas.
Inspirándome en su oficio, este tapiz recrea su esencia. Tres círculos formados por gruesos hilos metálicos y tonos grises, como los de las pátinas que ella aplica con tanto arte, dan forma a esta obra, creada para la entrada de su casa.


