martes, 18 de junio de 2019

Para Ana



Esta joyera palmesana crea exquisitas piezas de plata, dando vida a un mundo de texturas donde el gris —como el de la plata que trabaja— es su color predilecto.


Su hogar, decorado en tonos blancos, negros y grises, refleja su sensibilidad artística. Entre las obras de arte que lo adornan y las numerosas plantas que cuida con dedicación, ha creado un espacio único y lleno de encanto.


“Lo que más me gusta de la plata es su ductilidad, su maleabilidad. Me fascina su color gris y los tonos que se logran con pátinas más oscuras”, confiesa.



Su mundo gira en torno a esos hilos de metal que, con maestría, retuerce, estira, pule, suelda, cala, embute y matiza, transformándolos en verdaderas joyas.



Inspirándome en su oficio, este tapiz recrea su esencia. Tres círculos formados por gruesos hilos metálicos y tonos grises, como los de las pátinas que ella aplica con tanto arte, dan forma a esta obra, creada para la entrada de su casa.