jueves, 28 de junio de 2018

CIPRÉS

Parecía casi seco en este jardín tanto tiempo abandonado. Con un poco de mimo enseguida comenzó a recuperarse. Al regarlo su tronco con nudos  adquirió tonalidades sorprendentes de grises, naranjas verdes y granates.

Las ramas  mirando al cielo,  las hojas de un verde grisáceo van tornando a diferentes tonos.


                                          En el suelo reposan sus frutos  que ya secos se han vuelto leñosos…  "Qué bien huelen!!!          


En la antigüedad un ciprés plantado en la entrada de una puerta simbolizaba la hospitalidad . Me gustaría situarlo ahí, que ese fuera su destino.